La Guardia Civil ha detectado una nueva forma de intentar introducir teléfonos móviles en la prisión de La Moraleja, ya que el uso de estos dispositivos en su interior está prohibido.
Durante la realización de un servicio de vigilancia exterior del centro penitenciario, sobre las 22 horas, se observó una pelota de tenis enganchada en la parte superior de la alambrada de la segunda valla metálica. Debido a este hallazgo se realizó una búsqueda más exhaustiva por todo el perímetro, localizando otra pelota en el suelo entre la primera y la segunda valla, otras dos más entre la segunda y la tercera valla y otras dos entre la tercera valla y el muro. Las seis pelotas se encontraban manipuladas en la comisura de la unión, que había sido cortada para alojar objetos en su interior y ser posteriormente cosida.
Al abrir las pelotas se localizó en el interior de dos de ellas un mini-teléfono y un cable de alimentación USB, en otras dos un enchufe para conectarlo a la corriente eléctrica, en la quinta pelota se encontró un cable de alimentación y un enchufe y en la sexta otro mini teléfono.
Estos teléfonos, debido a su minúsculo tamaño de tan solo 6 centímetros de largo por 2 de ancho, han sido detectados anteriormente a familiares que intentan introducirlos en prisión portándolos incluso en el interior de su cuerpo cuando realizan la visita vis a vis o en el interior de los paquetes que reciben los presos intentando disimularlos en el interior de otros objetos.